Los nuevos pobres

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Hace unos días, comentando con las amigas del trabajo las nuevas «medidas» adoptadas por el gobierno, la S. nos hizo llegar el enlace de un blog que no conocía pero que enseguida consiguió captar mi atención e interés: Los nuevos pobres.
A este blog le dan vida las personas que sufren de pleno las consecuencias de esta crisis en la que se encuentra inmersa nuestra sociedad. Son ellas las que con el objetivo de concienciar, de denunciar esta injusticia social, de hacer visible y de hacer sentir su voz, exponen mediante los puestos su historia y situación personal.
Soy de las que piensan que esta crisis es una crisis de valores, y que por lo tanto, la solución pasa por la prisa de conciencia.
Convencida cómo estoy de esto y con el fin de hacer difusión del blog de Los nuevos pobres y por lo tanto, de hacer sentir/resonar algo más lejos la voz de todos aquellos que están siendo terriblemente golpeados por esta oleada de insensatez colectiva, (no sé como denominar esta situación que estamos atravesando puesto que la palabra crisis encuentro que se queda corta y, porque en mayor o menor grado, todos aportamos nuestro granito de arena a la sociedad a través de nuestras acciones y comportamientos cotidianos y por lo tanto, todos tenemos una parte de responsabilidad en el que está pasando), he querido pues dedicar-lis este tabla a todas las personas que, dando un paso adelante, han decidido exponer su situación, una situación que, culturalmente nos ha enseñado a esconder, (forma parte de la cultura capitalista, sólo se entienden los triunfos económicos..),y por lo tanto, por una cuestión cultural, de miedo o de prejuicios aprendidos, seguramente no tiene que ser fácil de reconocer. Ellas, con su paso adelante hacen posible esta prisa de conciencia dejando de ser personas anónimas y por lo tanto, «situaciones que dentro de nuestra mente sentimos como lejanas/abstractas», para convertirse en personas con cara y ojos, personas como Silvia, en Santi, en Jorge o en Sergi, que podrían ser nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros familiares o nosotros mismos…

Mientras escribía este tabla, he recordado una frase de uno de los libros que más cosas me han haciendo sentir: Ensayo sobre la ceguera de José Saramago:

Si puedes mirar, viene. Si puedes ver, repara.